Recomiendo que los chequeos para la detección de cáncer de cuello uterino se realicen a partir de los 20 años de edad. La patología se desarrolla con bastante lentitud, por lo tanto la intención es descubrir anormalidades en las células antes que se forme el cáncer. El método más común es la citología vaginal, pero en ocasiones no es 100% confiable, por lo que someto a mis pacientes mayores de 35 años a técnicas más exhaustivas como la del Virus de Papiloma Humano (VPH), responsable del 90% de los casos de cáncer. Lo ideal es que asistas al control ginecológico anualmente.